Pueblada en Baradero

Por alguna razón que solamente los que organizaron la pueblada sabe, en Baradero se desató un pandemonium que destrozó varios edificios municipales, entre ellos la propia Municipalidad y edificios particulares también.
La causa se liga con la muerte de dos chicos que andaban sin casco en una moto y que presuntamente chocaron o fueron atropellados ex profeso por una camioneta de la Municipalidad.
Según cuentan algunos pobladores, la municipalidad impartió la orden de controlar ferreamente a los motoristas y ello implica la persecución de los que cometen alguna infracción, por caso, la andar sin casco.
En un pueblo pequeño como Baradero y como en tantos otros de las provincias, la moto es un medio de transporte clave. En ella se transportan para ir al trabajo, a los estudios o simplemente para pasear y las hay por miles.
El uso de las medidas de seguridad no es privativo de las grandes ciudades. La gente choca tanto en el centro de Buenos Aires como en Baradero y las consecuencias son las mismas.
El Intendente de Baradero y el Consejo Deliberante aprobaron una disposición para controlar y evitar los accidentes, sin embargo los jóvenes hacen caso omiso de lasa mismas y andan por todas las calles sin guardar las mínimas medidas preventivas.
Ante estas conductas rebeldes aparecen las conductas permisivas de los padres.
Los mismos padres que se lamentan de la muerte de un hijo en un accidente de tránsito.
Una prueba de la falta de conciencia cívica, es la procesión que hubo el día del entierro de los dos jóvenes.
La procesión estaba compuesta por una gran cantidad de gente andando en motos, sin usar cascos y llevando consigo a pequeños niños sentados en el tanque de nafta o entre medio de los dos mayores, presuntamente sus padres.
Esta paradoja se refleja también en el resultado del accidente fatal.
Los fallecidos murieron producto de no haber usado casco para andar en moto y debido al choque accidental o no, al caer al suelo dieron con su cabeza en el asfalto y murieron.

Morir como NN

En Buenos Aires cualquiera puede morir en la vía pública y no ser identificado.

El sistema de identificación de personas carece de instrumentos idóneos para que una persona pueda ser identificada y dar cuenta a su familia, si la tuviere.

La realidad se puso de manifiesto con la muerte del hijo de los actores Antonio Grimau y Leonor Manso.

El muchacho murió en un hospital público después de cuatro días internado y fue a parar a la morgue judicial donde se le practica una autopsia. En la misma no se logra identificar a esa persona.

Entonces la pregunta que cabe es ¿ para que sirve una autopsia, además de saber la causa de la muerte, si no se logra identificarla?

Esto demuestra que el sistema creado por Busetich está desactualizado y la Federal y la Bonaerense no lo hacen con eficiencia.

Si el muerto es un delincuente, entonces se sabe quien es.

Pero si el muerto no es un delincuente, el sistema no lo registra.

Otra pregunta, ¿para que tanto sacar huellas dactilares cuando uno va a sacar la cédula o el pasaporte o cuando uno pretende actualizar la tenencia de armas.

Solamente se usan para identificar a delincuentes.

Como siempre los ciudadanos honestos estamos desamparados.

Pistola eléctrica

Debido a una presentación ante la justicia, se prohibió el uso de la pistola eléctrica que utilizaría la Policía Metropolitana en la ciudad de Buenos Aires.
Los detractores de este elementos de disuasión y control de delincuentes, se basaron en que dicen que es un elemento de tortura.
Ellos mismos saben que mienten y lo peor es que el juez les dio la razón.
La pistola produce una descarga eléctrica que controla y disuade al delincuente sin provocarle daños, como se los provocaría un disparo de 9 mm.
Pero la cuestión es otra.
Las Madres de Plaza de Mayo, lograron que la justicia prohiba el uso de un elemento que produciría la detención de cualquier energúmeno que tire piedras y enfrente a la policía.
La policía no puede disparar contra las personas que manifiestan, aunque éstos tiren piedras o bombas molotovs, pero bien podría disparar un shock eléctrico que reduzca al agresor y detenerlo.
La Madres quieren evitar esto. Esa es la verdad.
Pero hay jueces que deben tener más calle, concurrir a bailantas, ir a la cancha, caminar por Constitución u Once y dejar por un momento el encierro en libros y paredes sin ventana a la realidad o coserse los bolsillos.

La Presidenta sabe y lo oculta

Hoy la Presidenta Fernandez de Kirchner, cuando abrió las sesiones en el Congreso dijo, entre muchas cosas, que hay jueces que cobran para excarcelar a los delincuentes.
La Presidenta tiene la obligación de denunciar ante la justicia,a los jueces que cobran para excarcelar a los delincuentes.
Si la Presidenta no lo hace, comete el delito de Encubrimiento.
Decir lo que dijo ante tantos funcionarios, Senadores, Diputados, Secretarios de Estado, Ministro de Justicia, etc, etc., es decir ante todos los que por obligación deben promover una acción ante la justicia para investigar presuntos delitos.
¿Cuantos de los que estuvieron presentes, denunciarán los dichos presidenciales?
Una conclusión a este fenómeno, producto de la verborragia incontrolable que suele afectar a la Presidenta y al Jefe de Ministros, Anibal Fernandez y al Ministro del Interior Randazzo, es que seguramente conoce cuales son los valores que manejan los jueces.
Esto es así si vemos la actuación que le cupo al Juez Oyarbide cuando absolvió al matrimonio Kircher, en tiempo record, en el juicio de enriquecimiento ilícito que se le entabló.